sábado, 31 de enero de 2009

Educar para la participación

La condición de niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derechos, exige de la escuela una educación abierta a la participación. En la escuela, hay que abrir los espacios para el diálogo y la discusión, ofrecer oportunidades para el análisis de situaciones que permitan comprender las consecuencias lógicas de los actos. Lo que se dice y hace afecta, positiva o negativamente, a todos quienes conviven en el recinto escolar.
Para educar para la participación responsable, hay que escuchar a los alumnos, darles su espacio para expresarse, consultarlos en la toma de decisiones, especialmente en aquellas que le afecten.
Ser firmes cuando hay que serlo, brindar mucho afecto y comprensión, especialmente en momentos difíciles, teniendo siempre presente su edad y desarrollo evolutivo.
Crear un clima de respeto y tolerancia hará de nosotros mejores docentes y de ellos mejores ciudadanos.