viernes, 15 de octubre de 2010

USO DEL TELÉFONO CELULAR EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS

“Los teléfonos móviles son transmisores de radiofrecuencias de baja potencia, pues funcionan en un intervalo de frecuencias de entre 450 y 2700 MHz y tienen un pico de potencia que va de 0,1 a 2 vatios. El aparato sólo transmite energía cuando está encendido. La potencia (y por lo tanto la exposición del usuario a las radiofrecuencias) desciende rápidamente al aumentar la distancia con el dispositivo. Una persona que utiliza el teléfono móvil a una distancia de entre 30 y 40 centímetros de su cuerpo – por ejemplo, al escribir mensajes de texto, navegar por Internet o cuando se utiliza un dispositivo «manos libres» – estará mucho menos expuesta a campos de radiofrecuencia que quienes lo utilizan acercando el aparato a su cabeza.” OMS – http://www.who.it/
Si bien hasta el 2012 no se tendrán resultados sobre los posibles efectos adversos de los campos electromagnéticos sobre el tejido cerebral, la OMS recomienda minimizar el uso de teléfonos celulares en niños, niñas y adolescentes, como personas en desarrollo, ya que ellos son más vulnerables a los campos electromagnéticos.
De ahí la importancia de tomar medidas para limitar el uso de los teléfonos celulares dentro de las instituciones educativas a fin de proteger la salud de niños, niñas y adolescentes. (LOPNA Artículos, 41, 42, 43)